En Islandia hay unas 10.000 cascadas de las cuales solo 200 tienen nombre. Si estás organizando tu itinerario por Islandia quizá este número te haya abrumado y no sepas por dónde empezar. Tranquilidad, no nos pongamos nerviosos ya que a continuación te vamos a contar cuáles son las cascadas que más merece la pena visitar en Islandia sin volvernos locos.
Los nombres de todas las cascadas en Islandia terminan en “foss” que en islandés significa cascada. Gullfoss: gull – foss, oro – cascada o lo que es lo mismo, la cascada dorada.
Ahora sí que sí, ¡coge papel y lápiz que empezamos!
Índice de contenido
- Gullfoss, la catarata dorada
- Seljalandsfoss, la cascada que puedes cruzar por atrás
- Gljufrafoss, la cascada escondida
- Skogáfoss, la cascada más famosa de Islandia
- Kvernufoss, una joya poco conocida de Islandia
- Svartifoss, la cascada de columnas de basalto
- Hengifoss, una de las cascadas más altas de Islandia
- Godafoss, la cascada de los dioses
- Háifoss, una impresionante cascada del sur que pocos visitan
- Dettifoss, la catarata más caudalosa de Europa
- Kirkjufellsfoss, la más fotografiada de Islandia
- Strútsfoss, la cascada del este a la que pocos llegan
- Otras cascadas de Islandia que merece la pena ver
Gullfoss, la catarata dorada
Una de las cascadas más conocidas y visitadas de Islandia porque forma parte del Golden Circle o Círculo Dorado, el recorrido turístico más típico desde Reikiavik.
Gullfoss es una imponente y caudalosa cascada con dos saltos de agua, uno de 11 metros y otro de 21 metros, y que vierte sus aguas en una grieta de 32 metros. Se la conoce también como “cascada dorada” y a pesar de ser muy turística recomendamos su visita, a nosotros nos sorprendió gratamente.
Tiene un parking gratuito justo al lado y la podrás ver desde dos miradores. En el primero estarás tan cerca de ella que hasta te salpicará y oirás el fuerte sonido del agua caer. En el segundo, la podrás ver desde la parte de arriba.

Seljalandsfoss, la cascada que puedes cruzar por atrás
Esta cascada se encuentra en la Ring Road y aunque es muy turística es una de las cascadas que no puedes dejar de visitar en tu ruta de cascadas por Islandia.
Seljalandsfoss tiene unos 60 metros de altura y tiene la peculiaridad de que puedes pasar por detrás de ella por un camino y ver la cortina de agua caer desde la cueva que hay en la parte de atrás. No te olvides el chubasquero y calzado impermeable porque acabarás empapado.
Hay un parking de pago que cuesta 750 ISK en el que no tienes hora y que te servirá también para ver Gljufrafoss, que está justo al lado. Te recomendamos ir lo más pronto posible para evitar los autobuses de excursiones que llegan entre las 8 y 9 de la mañana. Otro buen momento es el atardecer para ver ponerse el sol desde detrás de la caída del agua.

Gljufrafoss, la cascada escondida
A solo 5 minutos caminando de Seljalandsfoss está escondida dentro de una cueva la cascada Gljufrafoss o Gljúfrabúi, que significa “cascada del cañón” por donde está situada. Esta cascada no se ve desde fuera y para poder acceder a ella deberás entrar a través de una grieta, una vez dentro alucinarás con esta maravilla de la naturaleza.
Te recomendamos llevar calzado y ropa impermeable porque el agua salpica con mucha fuerza. Además, para entrar hay que pasar caminando por el agua y sobre piedras mojadas. ¡Ten mucho cuidado de no resbalar! Nosotros nos la jugamos en muchos sitios así en Islandia porque vamos tranquilos al tener un seguro de viaje que nos cubre todos los gastos en caso de accidente.


Skogáfoss, la cascada más famosa de Islandia
Sin duda Skogáfoss es la cascada más famosa de Islandia y en nuestra opinión tiene merecida su fama. Esta cascada con 60 metros de alto y 25 metros de ancho te dejará con la boca abierta cuando la veas con tus propios ojos. Cuando hace sol es muy común ver un arcoíris que todavía la hace más bonita.
El parking para visitar Skógafoss es gratuito y la puedes ver desde abajo (prepárate para mojarte otra vez) o subir las escaleras que hay a mano derecha para llegar a un mirador que hay en la parte de arriba, aunque las vistas no son muy buenas. Desde aquí sale un trekking que dura varios días en el que podrás ver otros 10 saltos de agua y llegar a la salvaje y para nada turística zona de Thórsmörk.
Existe una leyenda entorno a Skogáfoss que cuenta que uno de los primeros vikingos en llegar a Islandia escondió un tesoro en una cueva que hay detrás de la cascada. Como la mayor parte del año va con muchísima agua, esta cueva es inaccesible para poder buscar el botín. Sin embargo, se dice que cuando sale el sol se puede ver brillar el tesoro detrás del agua.
Si eres un fan de la serie Vikings, sabrás que Floki visita Skógafoss en una de sus aventuras.
Si vas a estar poco tiempo en Islandia y haces base en Reikiavik, quizá te merece la pena hacer un tour de 1 día por el sur y sus cascadas que incluye la parada en Skógafoss y Seljalandsfoss.

Kvernufoss, una joya poco conocida de Islandia
Kvernufoss es una cascada que pasa muy desapercibida por la gente y a nosotros nos encantó, tanto el camino para llegar a ella como la propia cascada. Está muy cerca de su vecina la majestuosa Skógafoss, y aunque mucha gente se la salta, nosotros te recomendamos que no lo hagas.
Desde el parking del Museo Skógar solo tienes que seguir las indicaciones. Tendrás que caminar unos 15 minutos por un sendero en el que recorres un cañón recubierto de musgo que se va estrechando cada vez más hasta llegar a Kvernufoss. Esta cascada tiene 40 metros de altura y también tiene una cueva por la parte trasera por donde podrás pasar.

Svartifoss, la cascada de columnas de basalto
Dentro del Parque Nacional de Skaftafell siguiendo la famosa Ring Road se encuentra Svartifoss, también conocida como la “cascada negra”. Esta cascada tiene 20 metros de altura y lo que la hace más atractiva es que está rodeada de columnas de basalto. Estas columnas con formas hexagonales se formaron por el lento enfriamiento del magma hace miles de años. Sin duda una maravilla de la naturaleza que merece la pena ver.
Para llegar a Svartifoss debes dejar el coche en el parking del Parque Nacional que cuesta 750 ISK. Si vas a quedarte en el camping de Skaftafell solo tendrás que pagar por el camping, ahorrándote el aparcamiento.
Desde aquí hay que hacer un trekking de 3 km en total ida y vuelta cuya primera parte es casi todo cuesta arriba, por lo que calcula al menos 30 minutos para llegar a la cascada. Cualquier época es buena para visitarla pero en otoño tiene que estar preciosa por la vegetación que rodea la zona.
La arquitectura de la iglesia de Hallgrímskirkja en Reikiavik está inspirada en la cascada Svartifoss.

Hengifoss, una de las cascadas más altas de Islandia
Hengifoss fue considerada durante mucho tiempo la segunda cascada más alta de Islandia con sus 128 metros de altura, aunque con el paso del tiempo su puesto se ha ido relegando por el descubrimiento de otras cascadas en las Highlands. Esta cascada del este de Islandia cae sobre una pared de roca basáltica combinada con barro rojo, por lo que verás unas líneas rojas que la hacen más bonita y fotogénica.
Antes del camino hay parking gratuito con baño. Para llegar desde el aparcamiento hasta Hengifoss tienes que hacer un trekking de unos 5 km en total ida y vuelta con algo de desnivel. El camino está perfectamente señalizado y durante la subida podrás ver otra cascada: Litlanesfoss, rodeada de verticales y negras columnas de basalto.

Godafoss, la cascada de los dioses
Esta cascada está situada a medio camino entre Akureyri y el Lago Myvatn, siendo una de los atractivos turísticos más visitados de la parte norte de Islandia. Esta cascada en forma de C tiene una altura de 12 metros y unos 30 metros de anchura y es de un color azul turquesa precioso.
Godafoss significa “cascada de los dioses” y esto se debe a la cristianización del país cuando tiraron al agua a Thor y todos los demás ídolos paganos, dejando como único dios al cristiano.
Para aparcar no tendrás ningún problema ya que hay tres aparcamientos bastante grandes cerca de la cascada. La puedes ver desde distintos puntos de vista: desde la orilla oeste del río, desde la orilla este e incluso desde abajo al nivel del río.
La naturaleza en Islandia es impredecible y nadie está libre de sufrir un desafortunado accidente, por eso recomendamos siempre viajar con el mejor seguro de viaje. Puedes aprovechar un 5% de descuento en el que usamos nosotros para que te lo gastes en disfrutar de Islandia.

Háifoss, una impresionante cascada del sur que pocos visitan
Háifoss significa “cascada alta” y durante muchos años fue considerada la tercera cascada más alta del país con sus 122 metros de altura en un impresionante cañón. Muy cerca de ella, se encuentra la cascada Granni, de 101 metros de altura.
Esta cascada está situada cerca del volcán Hekla y para llegar a ella tendrás que conducir por la carretera 332, que aunque no es una carretera F (es decir, carretera de las Highlands) está sin asfaltar y hay tramos con bastantes baches. Ten mucho cuidado a la hora de conducir por aquí y si vas con coche de alquiler comprueba que te permiten conducir por este tipo de tramos sin asfaltar y mejor si es un 4×4.
Una vez en el aparcamiento, comienza un camino de unos 400 metros hasta un mirador donde tendrás una vista del cañón formado por el río Fossá y los dos saltos de agua. Si tienes tiempo y ganas, también puedes hacer senderismo por la zona.

Dettifoss, la catarata más caudalosa de Europa
Dettifoss no es solo la cascada más caudalosa de Islandia, sino también de Europa. Tiene 100 metros de ancho, 40 metros de altura y el caudal puede variar dependiendo de la época del año y el deshielo, pero la media es de 200 m3/s. Vas a alucinar con la cantidad de agua que cae y el ruido ensordecedor que hace.
Muy cerca están también las cascadas Selfoss y Hafragilsfoss, todas en el río Fjöllum, así que puedes aprovechar para visitarlas todas el mismo día.
Para llegar puedes ir por dos carreteras, la 864 o la 862. Si vas por la 864 tendrás una vista desde la parte este y te podrás acercar más a la cascada. En cambio por la 862 llegarás a la parte oeste y tendrás una visión más frontal y un camino más accesible.
Ten en cuenta que para llegar a Selfoss solo puedes hacerlo desde el lado oeste, además es el único acceso con mantenimiento durante el invierno quedando la carretera 864 cortada.


Kirkjufellsfoss, la más fotografiada de Islandia
Kirkjufellfoss es la cascada más fotografiada por los fotógrafos de naturaleza en la península de Snaefellsnes. La cascada en si no es espectacular pero el lugar donde se encuentra sí que lo es y merece mucho la pena. Tendrás la típica postal de la cascada con la montaña Kirkjufell al fondo. Si vas a pasar por allí la noche también es un buen lugar para ver auroras boreales en Islandia.
El parking para ver la cascada con la montaña al fondo está justo al lado de la carretera y no tardarás más de 5 minutos en llegar aunque es de pago y cuesta 700 ISK. Existe también una opción gratuita que consiste en aparcar el coche en un mirador que hay a 1 km justo pasado el puente y tan solo tendrás que caminar 15 minutos por un sendero.

Strútsfoss, la cascada del este a la que pocos llegan
Strútsfoss, situada al este de Islandia, cerca del río Lagarfljót en Egilsstaðir es otra de las cascadas más altas de Islandia con sus 120 metros de altura. Aunque es mucho menos popular que Hengifoss también cae sobre una pared de roca con sustratos rojos.
Para llegar tienes que dejar el coche en este parking de la carretera 935. Desde ahí empieza un trekking a Strútsfoss de unas 3 horas de dificultad moderada hasta un mirador y en el que disfrutarás de estar prácticamente solo rodeado de naturaleza.

Otras cascadas de Islandia que merece la pena ver
Gufufoss, la hermana pequeña de Skogáfoss
Al nordeste de Islandia, camino al pueblo Seyðisfjörður en los fiordos del este se encuentra Gufufoss. Esta cascada se parece mucho a Skogáfoss pero de un tamaño menor y está mucho menos masificada.
Su nombre significa “cascada de vapor” en islandés, debido a la bruma que se origina cuando el agua cae con fuerza.
Es muy fácil y accesible de llegar a ella. No se ve bien si vas dirección Seyðisfjörður si no te fijas pero no tiene pérdida a la vuelta. Para verla tranquilamente puedes dejar el coche en un apartadero que hay al lado de la carretera a pocos metros, y a toca disfrutar del espectáculo.
La espectacular escena con el longboard de la película La vida secreta de Walter Mitty se grabó en la carretera 93 que llega a Seyðisfjörður. Si te fijas hay un plano en el que el protagonista pasa por delante de Gufufoss a toda velocidad.

klifbrekkufossar, una cascada en el fiordo más bonito del este
La carretera 953 sin asfatar que baja hacia Mjóifjörður es un espectáculo de principio a fin, con las mejores vistas de los fiordos del este. Como añadido en ella se encuentra la cascada Klifbrekkufossar de 90 metros de alto pero no en caída libre. Esta cascada está formada por múltiples saltos de agua que descienden por las paredes del fiordo haciéndola especial y diferente a otras.
Hay un aparcamiento gratuito justo al lado donde dejar el coche, en un desvío de la carretera. Para los aventureros también es posible subir un buen tramo cascada arriba y acercarse más a ella.


Öxarárfoss, la cascada entre dos continentes
Esta cascada no es ni de las más altas, ni de las más caudalosas ni de las más imponentes de Islandia, pero tiene algo muy peculiar y es que está situada entre dos placas tectónicas continentales.
Öxarárfoss se encuentra en Parque Nacional de Thingvellir y su salto de agua de 20 metros de altura está entre la placa tectónica americana y la euroasiática. Curioso, ¿verdad?

Hraunfossar, la catarata que brota de la tierra
Esta catarata del oeste de Islandia tiene una peculiaridad y es que su agua turquesa emerge de la propia tierra filtrada por los campos de lava que hay en la zona. Hraunfossar significa “cascada de lava”, podríamos decir que su nombre ya te anticipa lo que vas a encontrar. Justo al lado hay otra cascada, Barnafoss.
Tiene muy fácil acceso, ya que al lado de la propia cascada puedes dejar tu coche en un parking e incluso tiene un pequeño restaurante y baños.
De camino puedes hacer una parada express a Deildartunguhver, un manantial de agua geotérmica que se encuentra entre 70 y 100ºC, aunque no te puedes acercar mucho por seguridad.

Bruarfoss, la catarata de agua turquesa
Bruarfoss destaca por sus aguas de un increíble color turquesa procedentes de los glaciares cercanos, además tiene múltiples saltos de agua que la hacen muy fotogénica. Tanto es así, que es una de las cascadas favoritas para los fotógrafos de paisaje y naturaleza.
Antes podías aparcar en una urbanización cercana y ya estabas prácticamente en la cascada, pero debido a la gran cantidad de coches que se acumulaban en verano y las malas prácticas de la gente, han cortado el acceso. Actualmente para llegar a Bruarfoss tienes que dejar el coche en este parking y recorrer un paseo por la orilla del río de una hora o hora y media aproximadamente. Llegando finalmente hasta el puente que atraviesa el río y desde el que tendrás las mejores vistas de la cascada.
Te recomendamos ir con mucho cuidado, porque hay mucha humedad y puede haber zonas de barro donde es fácil resbalar. Si vas en invierno, te encontrarás nieve casi seguro. Una vez más te recomendamos no arriesgarte mucho sin un seguro de viaje. Para ir más tranquilo puedes aprovechar este 5% de descuento en el que nosotros usamos.

Esperamos que esta información te haya ayudado a elegir qué cascadas ver en tu viaje a Islandia y que las disfrutes mucho. Para ver nuestras peripecias por algunas de estas cascadas puedes hacerlo en nuestros stories destacados de Instagram.
Finalmente, si tienes cualquier duda escríbenos un comentario o mándanos un mensaje e intentaremos ayudarte.
¡Nos vemos!